Hoy he recibido una triste noticia. Manuel Pardo, el gaucho de la Estancia Menelik, salió con su caballo el
18 de octubre y esa tarde/noche solo volvió el caballo. Lo encontraron hace unos días muerto en la estepa pagatónica.
Siempre recordaré los surcos de su piel curtida como el cuero, sus manos toscas, su sonrisa franca y sobre todo, las historias que nos contó al calor del fuego, compartiendo un mate, mientras nos preparaba el cordero patagónico en la Nochevieja de 2010.
La estancia Menelik ya no será lo mismo sin él.
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