Esta zona tiene algo que me engancha y no me canso de venir una y otra vez. Creo que podría quedarme a vivir aquí una temporada. Lo suficiente como para aprender a pronunciar bien los nombres de las flores, suenan tan bien... todo suena tan ligero, dulce y crujiente... como las láminas de un hojaldre recién hecho que todavía huele a mantequilla derretida. Cuando me imagino a mi misma viviendo aquí, me veo como uno de esos dibujos estilo lanvin que tienen las piernas kilométricas, con una bagette bajo el brazo, una camiseta a rayas, boina de medio lado y una raya gruesa de eyeliner en los ojos. (ya, super original, lo sé). Seguramente tendría un perro que podría llamarse... milú. Camisetas a rayas tengo unas cuantas, pero por ahora, ni tengo perro, ni sé pintarme la raya del ojo en condiciones, ni llevo boina. de las piernas mejor ni hablamos.
mais siiii!! cèst un petit requin!!
quiches, lo difífil es elegir una
macarons, salon de té y pastel vasco
helado de chocolate negro y avellanas, de txomin
y para acabar, una canción.
...puestos a soñar y pedir, alguien que cantara así por mi...
(Paris y Piaf las reservo para un capítulo aparte)
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